Resumen

Este estudio analiza la implementación de un proyecto pedagógico en un Frigorífico Recuperado en Argentina, basado en la educación popular y autogestión desde 2016. La metodología participativa adoptada facilitó la integración comunitaria y el empoderamiento de los trabajadores mediante la alfabetización y la educación secundaria para adultos. Los hallazgos revelan una mejora significativa en la sostenibilidad de la cooperativa y la autoestima de los participantes, subrayando la eficacia de combinar educación y acción comunitaria. La discusión resalta la importancia de las perspectivas pedagógicas críticas y la colaboración universitaria en contextos de marginación social. El trabajo concluye que la educación integrada en proyectos de autogestión fortalece las capacidades individuales y colectivas, contribuyendo a una transformación social sustentable.

 


Abstract

This study analyzes the implementation of a pedagogical project in a Recovered Meatpacking Plant in Argentina, based on popular education and self-management since 2016. The participatory methodology adopted facilitated community integration and worker empowerment through literacy and adult secondary education. Findings reveal a significant improvement in the cooperative's sustainability and participants' self-esteem, highlighting the effectiveness of combining education and community action. The discussion emphasizes the importance of critical pedagogical perspectives and university collaboration in contexts of social marginalization. The work concludes that integrating education into self-management projects strengthens individual and collective capacities, contributing to sustainable social transformation.

 


Introducción

Este trabajo pretende recuperar algunas reflexiones que venimos transitando en el devenir de un proyecto pedagógico en el marco de un Frigorífico Recuperado en Argentina. 

Desde el año 2016 se viene transitando un camino por los senderos de la educación popular a partir de la iniciativa de los propios obreros y obreras de asumir en las propias manos la educación como uno de los ejes de la praxis socio-productiva. Este transitar está siendo desarrollado a partir de dimensiones como lo son la socio-productiva, la comunitaria y la específicamente educativa.

Ahondaremos en este trabajo en reflexiones que venimos desarrollando a partir del inicio de las actividades específicamente educativas desde instancias de autoeducación de los trabajadores, luego de alfabetización de adultos/as y luego de una sede de secundaria de adultos.

Las preocupaciones por la formación devienen de procesos de estafas en el contexto del proceso de acumulación por desposesión del que fue víctima la fábrica recuperada, que llevó adelante dos recuperaciones una a la patronal y otra de manos de sectores del propio frigorífico que llevaron adelante una estafa millonaria sus compañeros.

El vínculo con la Universidad Nacional del Sur se gesta informalmente a través de solidaridades de estudiantes, agrupaciones políticas y más adelante desde iniciativas de acompañamiento en el desarrollo de un diagnóstico participativo y el diseño colectivo de una estrategia de demanda por el derecho a la educación de adultos/as.

Describiremos la experiencia y reflexionaremos acerca de las tensiones entre las perspectivas, el lenguaje, las prácticas estatales y de la propia organización y de cómo una universidad puede y debe caminar en los márgenes (Torres 2019) de la propia institución para poder co – construir miradas, prácticas, conocimientos. El pensamiento y la praxis anfibia de la que Fals Borda nos hablaba pueden ser posibles si desarrollamos y abrimos puertas para gestar otras praxis posibles, lejos de certezas y rigideces.

La perspectiva freiriana es el horizonte como referencia ético política y pedagógico en la extensión (¿o comunicación?) universitaria, mirada que ha orientado la praxis, sobre todo la mirada en torno de las relaciones sociales en contextos coloniales o neocoloniales, las praxis pedagógicas desde los oprimidos, en la utopía de una pedagogía para la liberación en la que la comunicación sea el eje de una extensión dialógica y descolonial.

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Cabe señalar que este proceso iniciado en el contexto de la crisis del 2001-2002, en el marco de la crisis de acumulación y devaluación del 2002, «dentro de las diversas formas en que se manifestó el descontento para con los rumbos que los sectores hegemónicos marcaron para el país, se suelen analizar –como más interesantes- al movimiento piquetero, las asambleas barriales y las empresas recuperadas por los trabajadores (ERT)» (Cantamutto 2007). Esto es tras un proceso en el que las empresas fueron llevadas a la quiebra, vaciándolas o cerrándolas por las patronales o directivos, las mismas fueron tomadas y puestas a producir por sus trabajadores y trabajadoras. INCOB puede enmarcarse años más tarde en este mismo proceso que se ha ido acumulando en la experiencia social de los/as trabajadores y trabajadoras de Argentina y que no ha perdido continuidad hasta el presente.

 


Antecedentes

Desde el año 2005 obreros y obreras de INCOB (Industrias de la Carne Obrera Bahía Blanca), frigorífico que en algún momento logró satisfacer gran parte del consumo de familias de la ciudad, han venido luchando por su fuente de trabajo, luego de que la firma Paloni S.A. presentara quiebra y quedaran cuarenta y cinco familias en la calle. Meses sin sueldo y sucesivas convocatorias con fraudes al personal hizo que en agosto del 2005 comenzara una lucha que devino en la conformación de la cooperativa y luego de sostener una lucha durante más de dos años, abre las puertas el 21 de septiembre del 2007, realizando el 28 de ese mes la primera faena como cooperativa, bajo el control de los trabajadores[1].

A partir de esos años se inicia un trabajo muy estrecho con la comunidad y de trabajo conjunto con estudiantes universitarios. Con el tiempo se comparten marchas, reuniones, asambleas e innumerables espacios de formación y de lucha con otros sectores. En medio de este proceso se fue aprendiendo colectivamente, formándose en diferentes tipos de conocimientos. Fue relevante el rol de estos estudiantes en nuestros procesos y formación[2]. En el contexto de la lucha por la regularización de la cooperativa, así como en las diferentes actividades productivas y políticas comienzan a reflexionar sobre las necesidades educativas que tienen los trabajadores y las trabajadoras y acerca de un sistema educativo que no da respuesta a las mismas. Es por esta razón que desde el proyecto de investigación «Historia oral, voces no hegemónicas e identidades»[3], se decidió acompañar dicha necesidad de los/as trabajadores/as desde un espacio de construcción colectiva, de co-construcción entre trabajadores/as, graduados/as universitarios/as, docentes, estudiantes.

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Incluyendo la participación en diversos espacios de la Universidad Nacional del Sur, específicamente relacionados con el Departamento de Economía, fuimos parte de los «Encuentros de Cooperativas» —iniciativa de un voluntariado— en 2008 y 2009, y de la «Cátedra Libre de Economía Social» ese último año. Más adelante con el Dto. de Humanidades y Ciencias de la Educación.

Se fueron concretando espacios de encuentros en los que reflexionamos juntos trabajadores y trabajadoras la posibilidad de dar respuesta desde el sistema educativo formal a la necesidad de estudiar de los/as trabajadores/as. En algunos casos de comenzar, en otros de continuar, de finalizar ciclos educativos truncos en alguna de las etapas de la vida por diferentes motivos.  La posibilidad de avanzar en los estudios no tiene un valor personal de autorrealización, sino que es un aporte concreto a la sostenibilidad de la cooperativa, ya que la formación de compañeras y compañeros resulta un proceso indispensable para que pueda perdurar y fortalecerse, así como desde el punto de vista de las familias, barrios, es decir desde la perspectiva de ser un pueblo que sin conocimiento difícilmente pueda ser un pueblo libre.

[3]

Departamento de Humanidades, dirigido por la dra. Graciela Hernández.

Las estructuras del sistema educativo actual no contemplan la amplia gama de imposibilidades de acceder a él por los trabajadores y trabajadoras de INCOB, así como de otros frigoríficos y de los barrios periféricos en general.  Así fue como nos pusimos a pensar, sobre una necesidad concreta: ¿cómo sería acercar a la educación a una comunidad de obreros con características como lo es el tema horario y las necesidades pedagógicas concretas que tenemos en INCOB. A partir de conocer la experiencia de la «escuela secundaria pública» en la fábrica Zanon y de los «bachilleratos populares» en fábricas recuperadas y espacios sociales en Buenos Aires, comenzamos a discutir e imaginar esta propuesta. Se comienza a trabajar con docentes de la universidad (Proyecto de Investigación Historia Oral, voces no hegemónicas e identidades, Pedagogía II, docentes del CEMS y estudiantes) y se mantienen reuniones con el conjunto de los/as trabajadores/as, se elabora y realiza una encuesta a ser aplicada con trabajadores y trabajadoras de INCOB[4]. El objetivo de esta es tener un conocimiento del nivel educativo de los/as mismos/as. En esta encuesta pudimos conocernos, escuchar la voz de los obreros y obreras, las historias de exclusión, de trabajo desde edades muy tempranas, de migraciones, de formación de familias, de hijos, de sueños postergados, de deseos, de necesidades satisfechas e insatisfechas, de distintos intereses. Asimismo, fue tratado el tema en asambleas de trabajadores/as del frigorífico y por la comisión directiva de la cooperativa, fue socializado en: Área de Ciencias de la Educación del Departamento de Humanidades que dio su aval (Res. n.o 781/16), Bachillerato de Adultos de la Escuela de Comercio —con quienes se elaboró la propuesta—, CEMS de las Escuelas Medias de la Universidad Nacional del Sur, Rectorado de la Universidad Nacional del Sur y Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Sur —con quien se diseñó la implementación de la escuela primaria y talleres de formación—. El resultado ha sido hasta el momento la realización durante el año 2016 de talleres de formación, la creación de la escuela primaria en la fábrica por gestiones realizadas desde la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Sur (Anexo del Centro Educativo de Adultos n.o 721), y está siendo tratado por el CEMS de las Escuelas Medias de la Universidad actualmente

[4]

En 2008, al momento de inicio de la producción, se realizó un ejercicio semejante y los datos indicaron que el 32 % de los/as trabajadores/as tenían el nivel primario completo, el 28 % no lo había finalizado y un 22 % terminó el nivel secundario.

 


¿Quiénes construimos los procesos?

Desde las lógicas de las políticas se habla de destinatarios, sin embargo, nosotros hablamos de partícipes y de forma directa son más de ochenta trabajadores y trabajadoras de INCOB, sus familias, los barrios y localidades aledañas que son la demanda potencial de la educación de adultos. A su vez, estudiantes y docentes del Departamento de Ciencias de la Educación, de un equipo de este departamento que realiza actividades de extensión-investigación-docencia en el campo de la educación popular y los derechos humanos.

La necesidad concreta que tiene la cooperativa INCOB, y a la que se pretende dar respuesta, es la de dar continuidad de la formación que están recibiendo informalmente en el frigorífico como trabajadores y trabajadoras a través de diversidad de cursos y experiencias formativas, dando mayor sistematicidad a través de la educación pública y reconocimiento oficial de títulos. Esto ha hecho que haya un proceso de reflexión sobre cómo conducir la lucha por ejercer el derecho a la educación, así como por el tipo de escuela que se necesita, dándose este proceso en el marco y en la perspectiva de fortalecer un proyecto social y cultural.

Las actividades que se desarrollan son en el predio del frigorífico, en una casona histórica recuperada y en espacios de la universidad.

Actualmente, el objetivo que el colectivo de extensionistas y los/as obreros/as nos hemos propuesto ha sido acompañar el impulso de una experiencia de educación pública y popular que recupere la tradición de vinculación entre educación pública y movimientos sociales.

Entre las preocupaciones que tenemos está el desarrollo de un trabajo colectivo y formativo para todos/as quienes participamos.

Pretendemos que esta formación se dé tanto desde los/as propios/as estudiantes como desde docentes y obreros/as, entendiendo profundamente que todos/as enseñamos y todos/as aprendemos. Algunas historias de los/as obreros y obreras podemos oírlas a partir de sus palabras en entrevistas en las que trabajamos sobre las familias y su situación social. En todos los casos, aparecen las dificultades que tuvieron cuando eran niñas y niños para ir a la escuela, a veces por las distancias, otras por los problemas familiares; por sobre todo por la pobreza. La mayoría se crió en entornos rurales.

«C», por ejemplo, nos cuenta:

Tengo 28 años; fui criada en una familia compuesta por mi abuela, abuelo, tíos y papá. ¿Por qué? Porque mi abuela cuando yo tenía casi cinco o seis meses de vida me conocía, es decir, supo de mi existencia, por lo cual decidió pedirle a mi mamá el poder criarme por situación que hasta el día de hoy no son muy claras para mí.

Con el tiempo mis abuelos decidieron separarse, lo cual fue muy feo para mí porque creía no poder soportar la falta de mi abuela, pero con el tiempo. y rodeada de mi papá, su señora, mi hermano, mi abuelo y tíos; todo fue pasando.

En todos los casos son hijas e hijos de gente de clase trabajadora. «M» nos dice:

Mi familia era muy humilde. Mis padres se llaman Marcela Delia y Héctor. Tengo cuatro hermanos varones: Ezequiel, Maximiliano, Federico y Rodrigo. Mi padre es de Bahía [Blanca], mi madre de un pueblo llamado Pringles, y mi madre se ocupaba de mantenernos limpios, sanos. Nos llevaba a la escuela y yo, como siendo la mayor, la ayudé en los quehaceres del hogar, y mi padre laburaba de cartonero o hacía algunas changas para traer la comida a casa.

«A» nos cuenta también que:

Mis padres eran humildes, y mi papá era cartonero y trabajaba de algunas changas Y mi madre se encargaba de llevarnos a la escuela, bañarnos y comer lo que había del otro día o lo que mi padre traía y no teníamos una casa, vivíamos en un vagón de tren.

Las migraciones desde el campo a la ciudad y la historia ligada al pueblo mapuche, a los pueblos originarios, es otro rasgo que hace particular a quienes trabajan y estudian en INCOB, es así como quienes van a la escuela secundaria nos transmitían relatos, por ejemplo, «R» nos decía:

Mi mamá, María, nacida en Yaminué, Río Negro. Mi papá, Juan, también en Río Negro. Mis papás trabajan en el campo. Mis hermanos son Eusebio, Celestina, Inocencia, Elsa, Norma, Yolanda, Victorino, Vilma, Raquel.

«S» nos dice:

Yo era de Chile. Ahí iba a la escuela y tenía que hacer como ocho kilómetros, en Puerto Montt. Yo soy nacido ahí. Vivía en el campo. Iba a caballo a la escuela. Vinimos justo cuando tenía nueve años, cuando derrocaron a Perón; nos dejaron pasar de lástima, veníamos en colectivo.

De este lado había militares y del otro lado también había militares. Y como mi padre había trabajado muchos años acá, él se había venido muchos años acá, empezó a trabajar en el molino y nos fue a buscar a nosotros porque mi padre

trabajaba en el Molino América. Él siempre trabajó con la bolsa, el trigo y esas cosas. Él estuvo muchos años laburando acá. No había muchos chilenos acá… Él se vino trabajar al molino. Y después, en un regreso, cuando tomó las vacaciones y ahí no más cargamos todo y vendimos todo: animales, ovejas, cultivadoras; vendimos todo.

«B» nos decía:

Mi mamá y mi papá son de Bariloche. Mis hermanos, algunos nacieron en Bariloche, otros en Neuquén y yo, bueno llegué acá a Bahía [Blanca]. Mi mamá venía en el tren y bajó del tren y nací acá en Bahía [Blanca]. Primero estuvieron en Bariloche, después estuvieron en Neuquén, viviendo. Mi abuela, por lo que se dice, era chilena… Después se fueron a Bariloche.

 


¿Por qué crear una escuela en un frigorífico recuperado?

La idea de crear una escuela dentro del frigorífico se debe a tres razones fundamentales. Primero, considerar que nosotros debimos en muchos casos abandonar estudios para incorporarnos tempranamente al trabajo, como sostén del hogar, formando en muchos casos una familia con hijos/as, todas condiciones que hicieron cada vez más difícil retomar los estudios. Poder retomar esa inquietud tiene un aspecto de realización personal importante, pero, a su vez, desde que INCOB se organizó como cooperativa ha tenido que sobrellevar nuevos problemas de organización de la producción, comercialización y gestión; tareas que demandan mayor capacitación. La posibilidad de formarse con el horizonte de aportar a la cooperativa da un incentivo extra y ayuda a forjar vínculos más fuertes en un proyecto colectivo.

Otra razón tiene que ver con optimizar el tiempo para dar lugar al estudio, porque los viajes a nuestros lugares de residencia y a otros trabajos en contra turno dificultan nuestras posibilidades de estudiar.

Finalmente, también tiene el sentido de afianzar la cooperativa, tanto dentro como fuera del frigorífico, estrechando lazos con la comunidad.  Esta escuela deberá estar abierta a vecinos y vecinas cercanos/as al frigorífico, así como obreros y obreras de otras fábricas del sector y vecinos/as en general. La realidad de los barrios circundantes es semejante a la de INCOB: se trata de familias trabajadoras que ya han mostrado su solidaridad con el frigorífico en otras oportunidades -y viceversa. Afianzar este vínculo potenciará lo comunitario y mejorará la vida en los barrios circundantes.

 


¿Por qué la educación? Un análisis en primera persona

Si bien siempre supimos que producir, resistir y luchar son procesos educativos, también entendemos que con eso no basta para una transformación más integral, tanto de una persona, como de un colectivo social. Sabemos que es necesario acceder a otros conocimientos que solo son posibles de alcanzar en forma colectiva y a partir de un acompañamiento docente. Es por esta razón que nos planteamos que en el frigorífico se facilite la alfabetización y se cree un anexo de una escuela secundaria.

Con este proyecto pretendemos afirmar la gestión obrera que se inició en el año 2005 y dar un paso más que nos acerque a la trasformación de la realidad en que vivimos a partir de formarnos, aprender y poder realizar un análisis colectivo de la misma. Si no nos ocupamos de la formación, de la cultura, de la integridad de la persona, solo habremos ejercitado un nuevo —y tal vez mejor— método de reparto, pero nada más. Un pueblo educado es un pueblo difícil de engañar y como parte del mismo, siguiendo el pensamiento de Paulo Freire, no podemos pensar si el/a otro/a no piensa también, porque no podemos pensar por el/a otro/a; ni por ellos/as ni sin ellos/as.

En palabras de Orlando Acosta, la educación significó una reparación en la vida de los/as compañeros/as que atravesaron el secundario. Porque nosotros/as siempre hablamos de que nos sentimos mal por haber permitido que una persona vulnere nuestros derechos, que cometa semejante abuso, que crea que tiene la autoridad o la impunidad para tomar armas y venir y disparar a los/as compañeros y las compañeras, y que nada va a pasar. Entonces, analizarlo desde ese punto de vista es como que nosotros/as nos menospreciamos a nosotros/as mismos/as, como decir «somos ignorantes, no tenemos educación».

[5]

Persona que estafó a los/as trabajadores/as del frigorífico.

Esto nos pasó porque faltaban los recursos para poder analizar un estatuto, comprenderlo más que analizarlo y leerlo, porque leer todos sabemos leer, pero de ahí a comprender, asociar al hecho de saber. Que nuestra voz y nuestro voto en la cooperativa en las asambleas era tan importante como el que en ese entonces era el presidente de la cooperativa que era Garagiola[5]. Entonces, la educación llegó justamente para hacer una resignificación en cuanto a ese proceso que habíamos sufrido en la historia de la cooperativa: el sentirnos seguros/as que somos capaces de poder gestionar la cooperativa, de que nuestra voz y nuestro voto es tan importante como el de cualquier otra persona que esté ahí adentro.

Significa estabilidad, porque también los/as compañeros/as que vayan a asumir en los próximos consejos directivos tienen hoy otros recursos para poder gestionar y llevar adelante la cooperativa. También, en esta reparación que hablamos está la seguridad individual, no como uno se posiciona en la vida, sino por el hecho de poder decir «bueno, yo tengo mis estudios secundarios terminados» y te posicionas de otra manera. Creemos que es uno de los pilares principales que tuvo la cooperativa.

[6]

Orlando Acosta y Jessica Visotsky.

Cuando en ese 1 de mayo del 2016 nos juntamos[6] a compartir un asado para el día del trabajador, salió de esa charla la necesidad de la escuela. Justamente, no tiene que ver con las casualidades, sino con las necesidades. Nosotros/as reconocíamos en ese aspecto que no estábamos preparados/as, que no estábamos configurados/as, como para ir y hacer un trabajo sistemático con una función específica y un horario en el cual salir como antes. Era así, cuando éramos empleados de Palloni, seguía siendo así durante esos diez años de gerenciamiento[7], porque no había cambiado nada de cierta manera. Entonces, la educación viene a hacer una gran «reparación» que se ve reflejada en los demás compañeros y compañeras también que no han transitado el secundario, no porque no es lo mismo que una parte minorítaria de los/as socios/as de la cooperativa y de las sociedades tengan sus estudios secundarios terminados, primarios y alfabetización, también, porque la educación no pasa solamente por el secundario.

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Período en que fueron estafados/as como se explica en la nota 5.

Mi papá [de Orlando] fue uno de los que hizo la escuela primaria, arrancó con la escuela primaria, con las clases de alfabetización con los chicos y las chicas de la universidad. Veo a mi papá [de Orlando] que siempre fue un ejemplo de responsabilidad de trabajo, que viene de la cultura del trabajo. Él empezó a trabajar a los ocho años con mi abuelo y a los once ya estaba trabajando por cuenta propia, entonces, verlo a él emocionado por por haber aprendido a leer, a escribir y luego terminar su escuela primaria, fue muy fuerte, sí. De hecho, también fue en gran parte una medida que me fortaleció a mí para seguir estudiando, ¡no!, un hombre de setenta y cinco años que se ponga a terminar la primaria fue muy fuerte la verdad. Creo que fue muy alentador para muchos socios y socias de la cooperativa.

Entonces, la educación cumple, cumplió y cumplirá un rol importantísimo para pensarnos a nosotros/as como sujetos de derecho que tenemos nuestras responsabilidades, pero también nuestros derechos, que tenemos una opinión que es fuerte y que es válida, fundamental de cierta manera. Hablar de educación es hablar de futuro, porque, justamente, es lo que va a garantizar que que el día de mañana siga siendo gestionada por personas que están capacitadas y también pensar en la estabilidad que da en las personas y en la cooperativa el tener los estudios.

 

 


Metodologías asumidas

La metodología se enmarca en las metodologías participativas, fundadas en la corriente educación popular, y tienen como principios éticos, epistemológicos la co-construcción de conocimientos y de estrategias. Son metodologías asumidas la planificación participativa, co-construcción de estrategias, de planificaciones con los/as trabajadores/as, las docentes, estudiantes y demás integrantes del equipo. La realización de observaciones participantes, talleres, realización de seminarios, jornadas han sido parte de las estrategias. La sistematización de los avances del trabajo y el diseño de instancias de evaluación en proceso, y al momento de cierre de las distintas etapas y subetapas planteadas.

 


¿Por qué la pedagogía de la autogestión? ¿por qué es importante el análisis crítico de la educación desde una escuela en una fábrica recuperada?


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Desarrollado por Orlando Acosta.

[8]

El engaño en quién soy y eres tú

Para iniciar este apartado sobre las perspectivas pedagógicas, trataré por medio de estas palabras mostrarte quien soy, pero más importante, quien eres tú por medio de una mirada crítica de la educación en lo que llamamos «pedagogía de la autogestión».

En mi propia experiencia como obrero de una empresa recuperada, me ha llevado a experimentar cambios drásticos en mi manera de pensar. Pasar de ser obrero bajo relación de dependencia, con un horario fijo de entrada y salida, un sueldo determinado por mi categoría dentro de la empresa,  sin cargar ningún tipo de responsabilidad; a ser socio, dueño de mi propio futuro y estabilidad laboral, tener que idear formas de mejorar, incrementar e insertar propuestas comerciales, con la finalidad de mejorar nuestros retiros (lo que sería el sueldo bajo relación de dependencia),  y luchar contra los intereses del mercado neoliberal, ya que somos un movimiento contrahegemónico, que no gusta, que molesta y representa una amenaza para aquellas empresas que explotan a sus obreros y obreras, que funden y quiebran una fábrica dejando familias en la calle sin sentir ningún tipo de responsabilidad civil; ya que representamos una alternativa, una propuesta para aquellas fuentes de trabajo perdidas. Nosotras y nosotros hemos logrado devolver a nuestra Argentina más puestos de trabajo de los que incluso poseía cuando éramos una empresa privada. Lo logramos con lágrimas e incluso sangre. Si buscan la historia de la «Cooperativa de Trabajo INCOB Ltda.», pasamos de ser un galpón vacío a ser noventa puestos de trabajo y con proyección a incorporar muchos más.

Esta experiencia me ha empujado, incluso en momento obligado, a transitar por caminos que creía no eran para alguien como yo por mi poca formación, pero con el tiempo —mucho tiempo— descubrí que el único impedimento estaba dentro mío, era mi propia estigmatización, mi baja autoestima como obrero, es decir, la habitud de clase que me frenaba. Luego de la pandemia de la COVID-19, decidí volver a estudiar, pero no fue de la noche a la mañana, no me levante un día y dijo «¡voy a arrancar a estudiar!», todo lo contrario, demore dos años en animarme a anotar en la Universidad Nacional del Sur, y si te preguntas ¿por qué?, es fácil responder, porque tenía miedo de entrar a un lugar así: lleno de intelectuales, profesoras y profesores tiranos, donde solo iba gente joven, adinerada, que podían estudiar sin la necesidad de trabajar; sumado a esto, los comentarios de conocidos y amigos que al enterarse opinaron igual que yo, ya que ellos y ellas también estaban atravesados por la misma ideología de clase. Fue tan difícil decidirme que el día que tome la decisión no fue la universidad mi primera opción, fue un instituto privado que no poseía módulos de matemáticas ni examen de ingreso, porque estaba seguro no iba a poder con ninguna de esas dos cosas. En ese momento, fue que una gran militante de la educación popular, y que nos acompaña la lucha de INCOB, Jessica Visotsky, me animó para hacerlo. Estaba por un proyecto educativo que está funcionando hoy dentro la cooperativa, un secundario de adultos. Me acerque para plantearle lo que quería hacer, estudiar, y le comente lo que me pasaba, fue entonces cuando me dijo la siguiente frase: «viví tu propia experiencia, no te lleves por los comentarios, vení a la universidad y hace valer tu derecho a la educación», eso hizo un clic en la cabeza, me dije «tiene razón, lo voy a intentar», y me encontré a un grupo de profesoras y profesores maravillosos, dispuestos a ayudar, a escuchar y apoyar, no solo mi trayectoria, sino la de todos que estábamos en la carrera.

Ahora, con el conocimiento adquirido es que me doy cuenta que no era un ignorante porque no me gustó estudiar ni deje de estudiar en su momento porque solo quise vaguear o que el sentirme inferior no pasa por tener una baja autoestima, sino que es por medio de la educación que se instauró en mí que el modelo de educación está para fraccionar la sociedad, crea una pirámide entre los sujetos donde los que posee mayor capital sociocultural llegan a la cima, son los opresores de los niveles inferiores. ¿Cómo? Sencillo: imponiendo un solo modelo educativo, ignorando la producción de conocimientos y saberes de un territorio multicultural, no contemplando los distintos contextos sociales, encasillándote por medio de la evaluación, en otras palabras, nos zarandean, el grueso queda, pero el fino pasará.

Estimada, estimado, si hoy no estás donde o cómo quisieras estar, una sola cosa tienes que saber para avanzar y progresar, no importa la edad, la raza, el género o posición social; nada puede impedir que alcancemos eso que vemos como un sueño, solo se necesita un «objetivo» y una «decisión», lo demás está solo en tu cabeza y no es una verdad, es una estructura creada, es una pantalla que nos hacen ver mientras otros llagan y nos oprimen desde la cima.

 


La historia y nosotros en ella para poder reflexionar la pedagogía

Para comprender nuestros actuales sistemas de educación nacional, es necesario hacer un breve recorrido por la historia, incluso hasta antes de que exista el mismo, ya que esta dará cuenta de hechos que son relevantes para el análisis que realizaremos a posteriori.

Situados desde América Latina, referiremos a miradas que hacen a las miradas sobre la colonialidad y la educación. Cabe señalar, si miramos los registros literarios del momento de la conquista y colonización de América, que dan cuenta que la llegada de los españoles al continente Americano se produjo en el año 1492, y con su llegada aparecen grandes calamidades como lo fueron la esclavitud, enfermedades y otros más que son subjetivas, como el etnocentrismo y etnogenocidio, que derivaran en un intento de «limpieza de sangre» por medio de la educación, que a su vez garantiza la conversión y evangelización de los pueblo originarios; en este periodo, considerado como conquista española en el siglo XVI, la sociedad estaba compuesta por estamentos, un habitud adquirido desde el nacimiento, una concepción dual del mundo social colonial. Si pensamos a la sociedad como una pirámide, este estaría compuesta por cuatro bloques, primero los españoles (peninsulares o criollos americanos), segundos los indios, tercero las castas (mestizos, mulatos, zambos, cuarterones) y cuarto los esclavos. Estas características denotaban la desigualdad y jerarquización hispanoamericana, pero la desigualdad social se ve incluso en la educación porque las castas tenían muchos impedimentos para estudiar y en la práctica el aprender a leer y a escribir era casi imposible, para el caso de los esclavos era algo completamente prohibido.

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La Real Cédula de 20 de junio de 1500 es uno de los primeros intentos por abolir la esclavitud, en este caso particular, la reina Isabel de Castilla, ordenó el retorno y liberación de los «indios» vendidos en la península ibérica. En el caso de las Leyes de Burgos, firmadas por el rey Fernando, es una ordenanza que establece el estatuto civil de los indígenas. No sería hasta 1542 cuando el rey Carlos firmó las Leyes Nuevas de Indias prohibiendo la esclavitud indígena a excepción de los casos por castigo a crímenes graves, la restricción de la Encomienda y más protección civil indígena. Es importante especificar que estas normas no se cumplieron del todo, por ejemplo, entre 1500 y 1501 se produjo la conocida en los estudios como controversia de Valladolid —una junta de discusión jurídica llamada oficialmente «Polémica de los Naturales»— en donde se denunció la no aplicación de las Leyes Nuevas y que sentó las bases para acciones más efectivas de protección como lo sería años más tarde la figura del Protector de Indios.

La conquista y colonización de América se justificó con la evangelización de los pueblos originarios. Los castellanos eran los únicos con derecho a educar. Consideraban que su cultura hispánica era superior. Con este fin la Corona, prohibió la esclavitud de los indios en el año 1500[9] y la ratifica en el año 1512 por medio de las Leyes de Burgos. La educación era impartida por las órdenes religiosas principalmente a los hijos de los caciques, pero en 1518 se extendió a todas las masas indígenas con el fin de educarlos en la fe católica.

En el año 1808 Napoleón invade la península ibérica capturando al rey Fernando VII y coronando a José Bonaparte como rey de España, lo que creó una resistencia al cambio en nuestro territorio ya que eran fieles al monarca español. En la península se crea la Junta Central, pero en 1810 es derrotada nuevamente por Napoleón y se reemplaza por el Consejo de Regencias, este determinaba que cada provincia y ciudad define automáticamente su posición ante el nuevo vacío de poder. En este contexto sociopolítico, el 22 de mayo de 1810 el Cabildo de Buenos Aires destituyó al virreinato declarándose a sí mismo como la ciudad que ejercería el poder en todo el territorio.

El movimiento intelectual, también llamado «romanticismo» promueve el sentido de identidad en 1830 y no sería hasta 1852 luego de la guerra independentista que se llamaría a nuestro territorio «Argentina». En este periodo se inaugura la Academia de Matemáticas y Arte Militar, los alumnos aprendían a direccionar los proyectiles y se formaban como oficiales de infantería, asimismo se inaugura el Instituto Médico Militar.

Entre 1878 y 1885 se lleva adelante en Argentina la «Campaña del Desierto». La élite política crea al enemigo natural del territorio, en el sur la Patagonia, espacio desértico donde avanza el enemigo, extranjero, chileno, y en el norte la barbarie indomable, pueblo originario al que se le resalta su supuesta animalidad… Uno de los mayores genocidios de la historia.

El 8 de julio de 1884, bajo la presidencia de Julio A. Roca, se promulgó la ley n.o 1420 de que establece la educación primaria obligatoria, gratuita y graduada. Así, a fines del siglo XIX y principio del XX, se crea el Sistema de Educación Nacional. Teniendo en cuenta que el actual sistema de educación nacional se inscribe en los sistemas educativos europeos postrevolución burguesa, con el Estado nación con la finalidad de emancipar a la sociedad del pensamiento de ser colonizados y por ende inferiores a los reyes de la Corona española, era necesario crear una sociedad con un fuerte sentimiento de patriotismo, con su cultura y costumbres entre otros. Pero este contexto sociopolítico no solo emancipó a la sociedad, sino que entregó la libertad de decisión y oposición a las políticas de la época, por lo que el Estado liberal implementó en Argentina la ley n.o 1420 enmascarada bajo el discurso de ser obligatoria, gratuita y gradual, con real intención de encauzar el pensamiento burgués por medio del sistema de educación nacional a todo el territorio argentino y así evitar posibles revoluciones contra la burguesía. Esta educación se caracterizó por ser una educación positivista, la cual busca crear ciudadanos pasibles, autoconducidos, prácticos y útiles, Foucault llamó a este proceso sobre los cuerpos como «biopoder».

Repasado estos datos históricos es que se puede decir y justificar que la educación ha sido y sigue siendo uno de los principales medios para encauzar el pensamiento de la sociedad. La colonización y evangelización de los pueblos originarios se lleva a cabo por medio de la educación, en el período independentista se abren institutos que crean personal capacitado para la guerra, y la campaña del desierto es justificada por medio del reciente Sistema de Educación Nacional que plasma a los indígenas como sociedades enemigas, estáticas, sin saberes y ahistóricas; con la intención de ampliar el territorio, y para todo ello es que se producen manuales escolares con una narración de la historia distorsionada y acotada en el tiempo, con la finalidad de construir un nuevo sujeto pedagógico. Invitamos a que retomen de su biografía escolar como figuraban estos hechos relatados en los manuales: ¿Cómo se enseñaban? ¿Cuándo, cómo y porqué nos independizamos? ¿En qué momento pasamos a ser argentinos? ¿Qué muestran las imágenes en los manuales de nuestros pueblos originarios?

Con este apartado podemos concluir que la educación siempre es utilizada como medio para atender las necesidades emergentes. Un referente con quién Paulo Freire ha dialogado, Antonio Gramsci, ha afirmado:

La fatalidad que parece dominar la historia es precisamente la apariencia ilusoria de esta indiferencia de este absentismo. Los hechos maduran en la sombra porque manos no vigiladas por ningún control tejen la tela de la vida colectiva, y la masa lo ignora. Los destinos de una época son manipulados conforme a unas visiones estrechas, a los fines inmediatos de pequeños grupos activos, la masa de ciudadanos lo ignora. Pero los hechos que han madurado acaban saliendo a la luz, la tela tejida en la fatalidad lo arrolla todo y a todos, que la historia no es más que un fenómeno natural, una erupción, un terremoto, del que acaban siendo víctimas todos, quien ha querido y quien no ha querido, quien sabía y quien no sabía, quien fue activo y quien fue indiferente. Y este último se irrita, querría sustraerse a las consecuencias, querría que quedase claro que él no ha querido, que él no es responsable. (Gramsci 2009, 52)

Entonces, siendo que la educación tuvo siempre una función de disciplinar la sociedad es importante analizarla y desnaturalizarla ya que:

[…] la educación ha asumido variadas formas según los fines que la animan de acuerdo con las concepciones de sociedad, de cultura y de hombre que le sirven de sustento. Es así como, cuando estudiamos diferentes sistemas educativos organizados en el transcurso de la historia, encontramos que muchos se sustentan sobre diferentes formas de persuasión y que algunos adoptan, incluso, modalidades de adoctrinamiento. Observamos que, con frecuencia, el logro de los fines ha primado por sobre la consideración de la ética de los medios pedagógicos y que, cuando esto ocurre, es porque una ideología de la eficacia ha tendido a privilegiar los resultados a costa de la consideración de la correspondencia entre la modalidad de la formación que se brinda y la libertad del sujeto. (Camilloni 2007, 4)

En este sentido, nosotros/as nos hacemos eco de planteos de referentas de la educación que nos ayudan a pensar la necesidad de una profunda reflexión sobre los currículums y las prácticas de enseñanza en una escuela en una fábrica recuperada. Camilloni afirma que:

La didáctica renace hoy cada día sobre la base de la crítica… Porque pensamos que siempre se puede enseñar mejor, que es necesario revisar permanentemente los currículos; porque es necesario seleccionar y usar bien las estrategias de enseñanza y crear nuevas maneras de enseñar y de evaluar; porque tenemos el compromiso de lograr que todos los alumnos aprendan y construyan toda la clase de saberes que les son indispensables en su vida personal, en su relación social, como ciudadanos y como trabajadores; porque para fundamentar seriamente las decisiones y las prácticas pedagógicas es necesario integrar los aportes de diferentes disciplinas así como realizar investigaciones en el campo específico de la enseñanza; y porque la reflexión debe acompañar sistemáticamente todas las tareas relacionadas con la acción de enseñar, es que afirmamos que es necesario contar con una teoría didáctica madura, seria, rigurosa y dinámica. (Camilloni 2007, 5)

Así nos planteamos la necesidad de asumir una mirada de la enseñanza, así como de la pedagogía de la autogestión, en un contexto de cambios de paradigmas (Kuhn 2018).

Las preguntas con la que cerramos son: ¿Cómo romper esta estructura impuesta, creada a través de los años que transitamos dentro de los distintos niveles educativos? ¿Cómo liberarnos de este biopoder? ¿Cómo encontrarnos con nosotros mismo sin sentir que pertenecemos a un lugar predeterminado por nuestra clase social? En otras palabras, la gran pregunta seria: ¿Cómo ser autogestionado? ¿Cómo gestar una pedagogía de la autogestión?

 

 


Reflexiones

Al preguntarse como obrero, qué permitió aprender el proceso de la toma del frigorífico hasta el día de hoy: que se está donde se quiere estar, se puede lograr lo que se quiera, lo que se proponga.

Pensamos que las escuelas son las que condicionar el ser obreros/as, no un horario de ingreso, un lugar de trabajo, una autoridad, un tiempo de descanso para volver a trabajar, un tiempo de salida con un timbre. Pensamos que crean ese pensamiento hegemónico de que nosotros/as estamos destinados/as a ser obreros/as, pero, justamente, a raíz de este proceso de toma de recuperación en dos ocasiones es que se ve una posibilidad distinta con gente que tiene —o quizás no tiene estudios terminados—, para decir «tenemos un mismo objetivo». A pesar de tener naturales diferencias, el objetivo de sacar a INCOB adelante y de seguir gestionándola después de diez años y hacerle frente a quienes traten de socavar esta construcción colectiva —como ocurrió con un excompañero que armó un gerenciamiento—.

Arrancamos con un galpón cerrado a quinientos metros de la marea (del mar). Nosotros/as, soñamos con que podíamos lograr obtener una expropiación y abrir un frigorífico y se hizo. Soñamos en un día poder gestionar u organizar proyectos para llevar adelante, y se hizo con una carnicería, se logró una fábrica de embutidos, se logró una segunda carnicería de General Daniel Cerri y una tercera carnicería abierta recientemente en Bahía Blanca. Es importante destacar el hecho de que nosotros/as elegimos hasta qué punto queremos estar bien social y económicamente.

Pensamos que salimos a la vida con algunas metas básicas, se puede pensar y soñar. No sabemos si la palabra correcta es soñar. En un momento no se soñaba con el frigorífico y se logró. Se sonó con tener una casa y también se logró, entonces uno se pone la meta a la cual quieres llegar y avanzar. Avanzar es preguntarnos si tenemos la capacidad para poder desarrollar una tarea específica, una sola o tenemos la capacidad de llevar adelante una empresa, un grupo de obreras y obreros organizados. Pensamos que en gran parte los distintos sistemas de educación actúan como una limitante.

[10]

Coautor del artículo.

Está en la vida, es decir, puedes lograr llegar hasta este punto porque tienes cierto capital sociocultural, porque tienes cierta ascendencia familiar en cuanto a la educación, como, por ejemplo, lo explica Orlando[10], «hoy hablaba en esto de decir “mi papá empezó a los ocho años y lo normal fue que yo repita un año del secundario y me meto a trabajar” y era correcto para mí estaba. Pero después me di cuenta de que no, que no es así, que no importa de dónde vengas, importa hasta qué punto has llegado, no importa cuánto tiempo estés estancado en algún punto de tu vida; sí es cuestión de decir puedo ponerme en pie y avanzar, avanzar y hacer frente».

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Orlando Acosta en primera persona.

Pensamos, justamente, que la toma del frigorífico nos enseñó que los límites están en nuestra cabeza que está en nuestra cabeza ese pensamiento de que nos tenemos que conformar con lo que tengamos, sea poco o sea mucho. Si queremos más lo podemos lograr y si estamos mal y queremos estar mejor lo podemos lograr. Pensamos que eso fue lo más fuerte que nos ha dejado «esta esta parte de mi vida, ser un obrero autogestionado y también lo hablo de mi propia experiencia. ¿Yo durante la pandemia me pasé dos años, dos años de mi vida me llevó a tomar la decisión de estudiar en la universidad y la pregunta es por qué dos años? ¿Por qué no puedo arrancar enseguida? ¿Por qué tenía miedos instalados en mi cabeza? ¿Por qué tenía estigmatizada la universidad? ¿Por qué no probar por mi propia experiencia? ¿Por qué creer que ese lugar, la universidad, era ese edificio grisáceo con con esos pilares altos que era totalmente elitista?»[11].

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Orlando Acosta en primera persona.

«Y al entrar me di cuenta de que nada hay que ver, que Jessica también estuvo ahí, que yo me iba a ir a estudiar en el Juan 23 porque preferiría pagar para no tener matemáticas porque realmente yo siempre fui malo con los números. Jessi me dijo una frase que me partió el corazón “hace, viví tu propia experiencia así”, algo tan sencillo y solo un cambio, un clic tan grande en mi vida. Y eso siempre, siempre, yo no sé por qué no puedo olvidar esa frase. A menudo lo recuerdo y se lo digo mis amigos, amigas y compañeros y compañeras. Entonces, de acá, de este proceso se habla: de decir, bueno, a ver, yo vivo en un barrio que es un asentamiento, termine en un colegio de adultos, me costó mucho durante mi proceso de secundaria, tuve que ir dos años seguidos particular con matemáticas, entonces, que se crea ese pensamiento, que se instale esa ideología en la cabeza de los individuos, de las mujeres en el sentido de decir, “bueno, yo hay ciertos lugares a los que no puedo aspirar al llegar”. ¡No debe ser así! Así como pasó con el frigorífico, así como pasó con mi experiencia con la universidad y tener mi propia experiencia de darme cuenta de que todo lo que tenía en la cabeza, otros/as pueden tener este resultado. No sé si es porque el Departamento de Ciencias de la educación es así, pero me ha pasado con profesores y profesoras del Departamento de Economía, como la profesora Gimena de Economía, que da Sociología. Me pasó con Sociales, que pertenece a Humanidades, me pasó con Historia de la Educación, o sea, todos los profesores y profesoras son muy humanitarios. Varios preocupados e interesados, básicamente al que alientan todo el tiempo a los compañeros y las compañeras de universidad»[12].

Por último, la experiencia del frigorífico recuperado representa un ejemplar testimonio de autogestión y empoderamiento comunitario a través de la educación, anclado en la pedagogía de la autogestión. A través de los años, este proyecto ha demostrado que la formación y el conocimiento son herramientas fundamentales para el desarrollo de sujetos individuales y colectivos, facilitando la transformación social y la autodeterminación de los trabajadores y trabajadoras. El compromiso con la educación, visto no solo como un acto de liberación individual sino como un pilar para la el fortalecimiento de la experiencia de autonomía obrera (Aiziczon 2021), refleja una profunda comprensión de que la educación es un derecho humano que trasciende la mera instrucción y tiene su proyección en los procesos colectivos de autogestión. La integración de la universidad en este proceso, a través de participación, la co-construcción de estrategias y el diseño participativo, subraya la importancia de una pedagogía dialógica que respeta y valora el diálogo de saberes, los conocimientos y las experiencias de quienes participan del proceso. Este enfoque, que desafía las estructuras educativas tradicionales y promueve procesos comunitarios de aprendizaje y de enseñanza contextualizados, no solo ha incidido en una vida mejor, en un buen vivir, de la comunidad, sino que ha contribuido a una mayor conciencia de los derechos, de las luchas históricas y del porvenir propio, de sus hijos e hijas y de la comunidad toda, generando  la construcción de relaciones solidarias.

 

 

 


Información del artículo

 

Fechas

Recibido: 8 de diciembre de 2023

Aceptado:  10 de febrero de 2024

Publicado: 15 de febrero de 2024

 


Preprint

https://doi.org/10.5281/zenodo.10841896